Cómo atender bien a un cliente que no puede acceder a su vivienda
Generalmente en todo manual para cerrajeros se indican operaciones específicas e incluso técnicas, pero suele omitirse el factor más personal. Lo cierto es que el mismo adquiere una gran trascendencia en todo tipo de labores profesionales, aunque más si cabe en aquellas que desempeñan los cerrajeros.
Hemos hablado con el cerrajero sevilla para que nos diga exactamente cómo hay que tratar y atender a los clientes que, por unos u otros motivos, se han quedado sin poder entrar en sus respectivas casas.
Celeridad
En primer lugar es importante hacer acto de presencia cuanto antes en la dirección indicada. Al darse cuenta de que las llaves han sido olvidadas en el interior o extraviadas, es habitual que el nerviosismo se apodere del propietario o inquilino.
Es por este motivo que conviene que un profesional esté casi desde el primer momento ejerciendo una labor que en algunos casos llega a ser psicológica. Pero, ¿cómo es posible calmar al cliente?
Empatía
Tal como indica el cerrajero de Sevilla, es fundamental mostrarse empático. Para un profesional que ha hecho tantos servicios puede ser difícil, pero un rápido ejercicio de ponerse en el lugar del otro dará pie a ser capaz de crear un clima de complicidad y confianza.
Cada cliente puede mostrarse con un mayor o menor nivel de nerviosismo, pero en todos los casos habrá prisa por solucionar el problema. Debes hacerle saber que su contratiempo tiene solución y que en unos minutos procederás a ponerla en práctica.
Algunos cerrajeros optan por pasar a la acción directamente sin dar explicaciones al cliente. Se trata de un error. Precisamente quienes tienen mejores valoraciones en la red son aquellos que explican todo lo que hacen, incluso antes de llevar a cabo las acciones.
Por ejemplo, si al final va a tener que ser sustituido el bombín, puedes explicarle al susodicho cómo funcionaba el antiguo y de qué manera operará el nuevo que le coloques.
Recuerda que tus conocimientos no son compartidos por el resto de la sociedad, así que no dudes en trasladárselos siempre que tengas la oportunidad. Si eres capaz de operar con la cerradura mientras lo explicas en voz alta, escuchar una voz que en ese momento ya será conocida por el cliente le otorgará una impagable sensación de tranquilidad.
Es esencial que la amabilidad sea sacada a relucir en todo momento. De esta manera es probable que al terminar el servicio, tras quedar cien por cien satisfecho con él, en un futuro el mismo usuario te pida instalar una mirilla electrónica u otro elemento que le aporte una gran seguridad.
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