¿Cerveza caliente? ¿Buena o mala idea?

temperatura cervez

Salir con amigos, compartir experiencias y hablar por horas no se siente igual sin una cerveza. No solo engloban tradición, sino también una excusa o un encuentro para celebrar la vida de forma simple. Su degustación es común y con el tiempo se especializa en tipos de bebida en catas y en producción. Para un experto resulta sencillo distinguir sus sabores, proceso de producción y detalles que solo el gusto frecuente y el conocimiento otorgan.

No obstante, la ocasión y el gusto por la cerveza son los motivos perfectos para probarla en cualquier momento de la semana. Para lo cual no se requiere ser un conocedor de la procedencia de la cebada para disfrutar de un producto de prestigio. Entonces, lo único importante será concretar la salida, escoger la cerveza y saber cómo tomarla.

La degustación de esta bebida se basa en grado de alcohol, color del líquido, tipo de producción y embasado. Pero para un degustador ocasional de la cerveza que tiene marca preferida, el nivel de alcohol y la temperatura de la cerveza son los aspectos a considerar.

¿Cuántas veces te ha sucedido que llegas a un lugar y por no estar la bebida fría no te quedas? Sucede más veces de las que te imaginas porque estás acostumbrado a esta temperatura, pero, ¿sabías que esta bebida alcohólica puede ingerirse tibia o caliente? Con esto en mente, podrás identificar mejor los matices de sabores y olores; así como tener una experiencia extrasensorial porque sabrás cómo estimular tu paladar. Si la cerveza es solo un pretexto para juntarte con amigos, por lo menos, tendrás una charla muy interesante sobre este tema mientras bebes.

Disfruta de una bebida fría, tibia o caliente

Lo primero que debes saber es que no todas las cervezas se consumen frías, aunque sea lo que se pregunta o se tiene en cuenta cuando se sirve. Según el grado de alcohol, hay temperaturas específicas para apreciar ciertos sabores y degustar aún mejor la cebada procesada. Es más, con ciertos tipos de esta bebida, ingerir a temperaturas bajo 0 hace que refresque el paladar, pero no que se saboree del todo.

Así, la temperatura ideal de la cerveza que se piensa debe ser fría, profundiza el amargor y los matices secos. Para tomarla de esta manera, la bebida debe estar entre 0 y 8 grados, es decir, de tipo light, Golden Ale, Pilsner, Weisse, Cream Ale, o Stronge Lager. Otras categorías más específicas son las blancas berlineses y las oscuras americanas, aunque tomarla fría sea algo más practicado en el Mediterráneo y zonas cercanas.

Respecto a un rango entre 8 y 12 grados se toma la cerveza tibia. Esto ocasiona que la cerveza tenga un sabor más concentrado, se digiera más suavemente y se produzca y se mantenga más la espuma de la cebada. Beber de esta manera es más común en el Reino Unido, especialmente en los pubs, donde sirven Pale Ale americanas, irlandesas y australianas, las Bohemian Pilsner y las Stout. Una variante aún más particular que la tibieza, es la cerveza austríaca con toques de sidra, lo que la hace más frutal.

Finalmente, la manera menos común de disfrutar de una cerveza es cuando está caliente. Pero puede estar a mayor temperatura de los 13 grados. La bebida produce gran cantidad de espuma y el sabor es aún más fuerte, siendo las Stouts, Strong Lagers, Imperial, Real y Casks Ales parte de las populares. En esta clasificación también entran las Double IPA y varias cervezas artesanales, pues su producción y traslado antiguamente llevaban varios días y se acostumbró a ingerirlas así. La próxima vez, no subestimes los poderosos matices de una cerveza, aunque la pidas fría, o pruébala tibia o caliente.

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