Cuando pensamos en la decoración de un espacio interior, las cortinas representan un elemento infaltable que aporta un inmenso valor estético. Son capaces de definir en totalidad un ambiente y, por supuesto, cumplen un papel práctico que va a generar un impacto directo en la experiencia de quienes van a estar ahí. Por eso, en entornos comerciales, como los restaurantes o los hoteles, representan una decisión trascendental.
Para quienes tienen un restaurante o un hotel, la búsqueda de una experiencia grata para sus clientes es fundamental para el crecimiento y la expansión. Cumplir con ese objetivo implica que distintos elementos operen de forma coherente y conectada, incluyendo, por supuesto, las cortinas.
Las cortinas son más que un instrumento para las ventanas, cumplen una función decorativa y funcional, pues aportan privacidad a quienes están utilizando dichos espacios. En el mercado existe una gran variedad de opciones para todos los gustos y objetivos.
La importancia de las cortinas para el sector hotelero
Los hoteles deben buscar el cumplimiento de dos requisitos fundamentales para el buen funcionamiento: el descanso y la privacidad. En todo caso, para tomar la mejor decisión es recomendable tomar en cuenta:
- El control de luz y de privacidad: como un hotel se busca descanso, una buena opción de cortinas son las versiones opacas o blackout, ya que permiten evitar el paso de la luz del exterior, protegiendo la privacidad y favoreciendo la tranquilidad.
- La estética y la armonía: las cortinas se pueden utilizar para reforzar la identidad de marca del hotel y transmitir mensajes específicos, como exclusividad, modernidad o minimalismo.
- La eficiencia energética: por último, es importante destacar que las cortinas también pueden contribuir con la eficiencia energética, facilitando la temperatura interna, la climatización y la sostenibilidad del establecimiento.
Las cortinas en los restaurantes
Ahora bien, cuando se trata de restaurantes la funcionalidad de las cortinas es un poco diferente porque no siempre se necesita bloquear al 100% la luz ni mantener extrema privacidad. De hecho, en dependencia a la ubicación de los restaurantes suele ser mejor tener acceso a la vista exterior. En todo caso, merece la pena tomar en cuenta:
- Control de la iluminación: las cortinas facilitan modular la entrada de la luz natural que, en ciertos momentos del día, puede hacer falta. De esta forma, en lugares donde el sol calienta mucho se puede crear un entorno confortable en el interior.
- Aislamiento acústico: las cortinas que son confeccionadas con telas pesadas pueden ayudar a que el ruido exterior no penetre dentro del interior, lo cual es muy valioso en entornos concurridos, como las grandes ciudades o que están en una zona de alto tráfico.
- Identidad de marca: al igual que en el caso de los hoteles, las cortinas son idóneas para reforzar la identidad de marca, ya sea que se trabaje con cortinas clásicas o con diseños temáticos.
Otros detalles importantes
Además de todo lo anterior, es muy importante tomar en cuenta el tipo de material con el que estén fabricadas las cortinas, prefiriendo las telas que son resistentes y que ofrecen facilidad para limpiar, ya que suelen ser de uso frecuente en restaurantes y hoteles.
Después, hay que valorar que las cortinas se adapten al espacio donde se van a colocar para que se ajusten a la extensión y queden con una buena presencia, ni demasiado grandes ni muy pequeñas. Por último, se pueden tomar en cuenta preferencias entre las cortinas de tipo manual o aquellas que funcionan con motores o inteligentes, en dependencia al tipo de negocio del cual se trate y la imagen que quieran transmitir.
En resumen, las cortinas son un elemento que cumple con múltiples funciones dentro del sector hotelero y de restaurantes, aportando un valor tanto estético como estratégico. Cuando se logra una elección adecuada, será posible cumplir con 3 objetivos claves: cautivar a nivel visual, aportar comodidad en el espacio y mejorar la experiencia de los clientes.