Platja d’Aro: mil y una maravillas inmobiliarias

En España hay numerosos lugares de gran belleza tanto para vacacionar y pasar unos días inolvidables como para establecer una residencia fija y diariamente disfrutar de un ambiente idílico. Entre ellos, se encuentra la ciudad de Platja d’Aro, situada en la provincia de Girona, en pleno corazón de la Costa Brava.

Esta ciudad, que tiene un paisaje espectacular y más de dos kilómetros de playas, es perfecta para quienes gustan de alquilar o comprar propiedades frente al mar, con la posibilidad de practicar deportes acuáticos y senderismo. Las opciones inmobiliarias disponibles son muy variadas y abarcan desde villas y casas de lujo hasta apartamentos y parcelas.

Villas: lujo y estilo asegurados

Una de las alternativas más populares que ofrece cualquier inmo Platja d Aro se trata de las villas, casas espaciosas y construidas en terrenos aislados para que sus habitantes disfruten de mayor privacidad y tranquilidad. En cuanto a su estilo arquitectónico, algunas construidas con piedra tienen una fachada más campestre mientras que otras tienen líneas modernas y contemporáneas.

La mayoría de estas viviendas tienen increíbles vistas al mar y algunas están ubicadas a pocos minutos de la playa. Cuentan con piscinas, cocinas equipadas y de concepto abierto, 3 o más habitaciones y baños, bonitos jardines con sistema de riego automático y varias terrazas ideales para realizar barbacoas y reuniones con amigos y familiares.

Casas: comodidad y espacio para todos los gustos

Si se quiere una vivienda algo más modesta, pero sin renunciar al espacio y la comodidad, comprar o alquilar una casa en Platja d’Aro es lo ideal. Si bien su tamaño suele ser más reducido que el de las villas, hay varias que cuentan con un terreno considerable y que se ubican adosadas en zonas residenciales o en terrenos más alejados y por tanto, de mayor privacidad.

Las casas disponibles en esta ciudad son de tamaño, arquitectura y diseño interior muy variado por lo que pueden cumplir con los gustos y necesidades de diferentes propietarios, así como adaptarse a diversos presupuestos. Hay algunas que incluso cuentan con piscinas, jardines y áreas para barbacoas.

Masías: estilo rural y acogedor

Si quien busca la vivienda tiene un gusto particular por las construcciones rurales y aun así cómodas y hospitalarias, una masía es la opción perfecta, típica de la península ibérica y la región sur de Francia. Estas idílicas casas de campo tienen tierras para cultivar y suelen estar construidas con diversos tipos de piedras, de acuerdo a la zona en la que se ubican.

Las masías de Platja d’Aro, además de amplios jardines y terreno para el cultivo, cuentan con espectaculares vistas a la costa, amplias terrazas para reuniones y bodegas para el almacenamiento. Están construidas o renovadas con materiales de excelente calidad y acondicionadas para vivir cómodamente en ellas.

Apartamentos: modestos o de lujo

Otra posibilidad que proponen las inmobiliarias de calidad es la de alquilar o comprar apartamentos en esta bella ciudad, los cuales tienen estilos y tamaños variados, por lo que al igual que las casas son una opción que se adapta a diferentes gustos y presupuestos. La mayoría cuenta con áreas compartidas como gimnasio, piscinas y salones de fiesta para aprovechar al máximo sus espacios.

Este tipo de vivienda suele ser ideal para parejas o familias pequeñas, ya que su superficie suele ser reducida pero muy cómoda, lo cual también la hace perfecta para vacacionar, incluso algunos de los apartamentos están ubicados a orillas de la playa o a pocas calles de ella.

Estructuras o parcelas: para explotar la creatividad

Por otro lado, si lo que se quiere es tener la libertad de diseñar la propia vivienda para que esta sea lo más personalizada posible y cumpla con todas las expectativas de sus propietarios, la mejor opción es adquirir una estructura o una parcela en la cual se pueda construir el hogar soñado desde sus cimientos.

En Platja d’Aro pueden encontrarse estructuras de una o dos plantas y con superficies habitables de 600 m² o más, así como un terreno circundante extra para tener hermosos jardines o ampliar la propiedad. En el caso de la parcelas, estas suelen ubicarse en zonas tranquilas y con vistas al mar o la montaña.